
5 desafios del trabajo que el mindfulness puede mejorar
Por JEREMY HUNTER para Mindful Traducido por Luminariaz
El mindfulness puede parecer beneficio de un trabajo de lujo, pero en realidad tomarse un tiempo para hacer una pausa puede hacer o deshacer tu día de trabajo.
El mindfulness se puede considerar fácilmente como un retiro de los enormes desafíos que a menudo enfrentan los líderes. Pero cuando las cosas se ponen difíciles, es cuando tu práctica de mindfulness realmente brilla. Aquí es cuando tomarte el tiempo para preguntarte qué está sucediendo realmente
puede hacer o deshacer tu día de trabajo.
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Las cosas se calientan en una reunión y aparecen las emociones
Si te preguntas: “¿Qué resultado realmente quiero aquí?”, Podrás ver tu verdadero objetivo con mayor claridad y desactivar el exceso de emoción que se interpone en el camino. No se trata de acabar con la pasión y la emoción; se trata de evaluar cómo gastar el valioso recurso de tu energía mental y la de todos los demás. -
La distracción te impide lograr cosas importantes
Cuando tengas esa sensación de estar perdido, puedes preguntarte: “¿Dónde está el lugar más importante para mi concentración y energía en este momento?” Para ayudarte a promover una concentración más profunda, intenta crear un bloque de 90 minutos en tu calendario (por ejemplo en la forma de una falsa cita médica), ese será tu tiempo de enfoque intocable. -
Una mentalidad negativa cierra situaciones
Hazte preguntas a ti mismo y a otros que conduzcan a soluciones o al menos a una mayor comprensión, no a culpar y recriminar: “¿Qué podemos aprender? ¿Qué es posible aquí? ¿Cuáles son nuestras fortalezas? ¿Sobre qué podemos construir? ¿Qué podemos dejar atrás? -
Asumes demasiado, tal vez porque quieres ser el héroe que arregla todo
Esta es una receta para agotarte y reducir las oportunidades de los demás para aprender y obtener poder. Debes preguntarte: “¿Por qué estoy haciendo esto realmente? ¿Ayudar me hace sentir importante? Puede que descubras que estás menos abrumado y que el equipo es más capaz cuando delegas la autoridad a otros. -
Interrumpes regularmente a las personas
¡Vaya! Ahí esta ese impulso otra vez. Fíjate si puede usar tus sentidos corporales como un sistema de alerta temprana para interrumpir los arrebatos precipitados. Pregúntate: “¿Qué sucede en mi cuerpo el momento antes de interrumpir?” Intenta ver si puedes dar un paso atrás y evitar el impulso de interrumpir.