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Nido Vacío Versión Siglo XXI
¡En el mundo de hoy los cambios son tan grandes y acelerados que hasta los trastornos y las crisis ya no son como eran antes!

Por Milagros Olivera
En el mundo de hoy los cambios son tan grandes y acelerados que hasta los trastornos y las crisis ya no son como eran antes! por ejemplo el síndrome del “nido vacío” ahora tendrá nuevas formas y características dependiendo de la situación familiar en la que nos encontremos. Será atravesado por un sistema de comunicación digital que reduce las distancias y, además, gracias al aumento de la expectativa de vida puede ser apenas un suceso en un período aun muy activo de nuestra existencia.
Es de esperar que en determinado momento de su crecimiento nuestros hijos/as, decidan y puedan independizarse del hogar familiar. De hecho, no es necesario que se vayan todos, si tenemos varios, para comenzar a sentir sus efectos. En Argentina puede suceder que los adolescentes resuelvan partir antes e incluso afuera del país. En este caso, los padres y madres quizás sean aún muy jóvenes, es decir, en comparación con la edad que imaginaban que tendrían cuando pensaron que los verían partir. O puede ser todo lo contrario y que estos hijos/as quieran o deban permanecer mucho más tiempo con su familia por el excesivo costo económico que significa afrontar su independencia.
En relación a los formatos de familia, el “nido” puede quedar con una madre sola divorciada hace años o soltera por ejemplo, una pareja ensamblada con nuevos hijos mucho mas pequeños o por supuesto con un matrimonio que ansiaba o no tener tiempo para volver a ser exclusivamente una pareja. Existen innumerables nuevas formas familiares y cada una de estas significará desafíos particulares. Quizás la madre aun si trabaja, se encontrará con mucho mas tiempo libre; las familias ensambladas puede que reduzcan sus conflictos de varias edades de hijos y los matrimonios recorrerán nuevas convivencias… Pero todos ellos vivirán esta nueva etapa con un gran privilegio: ese hijo o hija que partió ahora está, aunque lejos, mucho más cerca que en otros tiempos!
La tecnología nos puso al alcance de un celular el reencuentro con las/los que partieron. Pueden llamarnos porque olvidaron una receta y en tiempo real les podemos recordar como hacer su plato preferido. Podemos dejarnos mensajes de voz a destiempo si tenemos cambios de horarios y mandarnos fotos y videos de sus mascotas, familiares y amigos hasta cansarlos o cansarnos. Un nido que queda digitalmente lleno. Nada tiene que ver esta ausencia con la que vivimos los que viajamos de chicos en el siglo pasado! Llamadas semanales con mal sonido y carísimas donde estábamos tan apurados y emocionados por hablar que olvidábamos la mitad de lo que íbamos a decir… y luego a esperar otra semana!
Sin embargo, recordemos que la tecnología ayuda pero no podremos comunicarnos por teléfono si antes no desarrollamos un vínculo y diálogo fluido en el que, en este proceso de despliegue, tu hijo/a pueda sentirse cómodo/a de volver a vos cuando lo necesite sin sentirse obligado/a a demostrar nada. Preparamos este momento desde hace tiempo ayudándolos/as a crecer como personas, con inteligencia emocional y habilidades sociales para desenvolverse en un nuevo mundo que los convoca y a la vez inhibe. Podemos sentir también el alivio de haber hecho las cosas bien y he aquí otra alegría que podemos registrar en este momento vital, ¡felicitaciones!
Algo para recordar es que una cosa es extrañar a tu hijo/a y otra muy diferente es estar viviendo la crisis del nido vacío. El o ella pueden ayudarnos a que los extrañemos un poquito menos enviándonos mensajes periódicos pero no podrán resolver lo que estamos viviendo a nuestra edad y etapa de la vida. Ellos están volando, despegando, entusiasmados por su nuevo proyecto, dudosos de sus constantes decisiones y desafiados a cada paso. Nosotros… bueno, dependiendo de donde nos agarre esta situación, será mas fácil o menos sobrellevarla. Intentemos no cargarle a nuestro hijo o hija el vacío que podamos sentir, lejos están de poder llenarlo ahora y mas aun de comprenderlo. Todo lo contrario, sufrirán a la distancia si por tu tristeza dudan de su propio vuelo.
En definitiva, el nido puede hoy “vaciarse” estando solos o en pareja. Podemos estar en contacto tecnológico con las/los que se fueron y también tener muchos proyectos y tiempo por delante pero; lo importante, no es tanto que esté vacío el nido, sino que lo hayamos construido!!! No olvidemos mantenerlo siempre calentito y nutritivo porque volverán a él… solos, en pareja o hasta con nietos.
Siempre seremos esa personas especiales que les hemos construido su primer hogar y las que les enseñamos, a su vez, como construir el propio. ¡El nido vacío no vale por vacío sino por nido!
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